Trucar una bici eléctrica tendrá castigo: hasta 30.000 euros de multa y dos años de cárcel
La bici eléctrica se ha extendido por las ciudades, por lo que también hay usuarios que piensan en trucar su vehículo para superar las velocidades legales. Desde ahora, tendrá castigo
La movilidad eléctrica está de moda, y ya no sólo los vehículos de cuatro ruedas, sino que cada vez es más habitual ver patinetes y bicis eléctricas circulando por el centro de las ciudades. De hecho, aquí te dejamos 10 razones para moverte en bicicleta eléctrica.
Los seres humanos somos inconformistas de naturaleza, por lo que nunca tenemos suficiente y siempre queremos algo más. Por lo tanto, al igual que hay preparadores que modifican los coches eléctricos para que sean más rápidos –véase el Brabus EQC-, también hay modificaciones para potenciar las bicicletas eléctricas.
Francia ha movido ficha para pensarse las cosas antes de trucar una bici eléctrica
El Gobierno francés se ha dado cuenta de que hay más de un “pirata” que se ha puesto el mono de mecánico/electricista para hacer que su bicicleta eléctrica sea aún más rápida. Por lo tanto, va a imponer nuevas medidas para sancionar este tipo de prácticas.
Desde principios de 2020, está prohibido que un usuario de bicicletas eléctricas aumente el rendimiento del motor para que supere los 25 km/h. Por lo tanto, aquellos ciclistas que decidan que esta velocidad máxima no es suficiente, podrían enfrentarse a multas de hasta 30.000 euros y un año de cárcel. No sólo eso, sino que la sanción afectaría también al permiso de conducción del implicado, y es que se le podría retirar por un periodo de hasta tres años.
Por supuesto, la bicicleta eléctrica trucada se quedaría inmovilizada hasta que esta vuelva a su configuración inicial. El país galo se ha tomado muy enserio la lucha contra este tipo de modificaciones, por lo que se perseguirá a los profesionales que suministran este tipo de sistemas para “tunear las bicis eléctricas”. De esta manera, también podrán ser penados con multas de hasta 30.000 euros y dos años de cárcel.
Si supera los 45 km/h ya no es una bicicleta
En caso de que una bicicleta eléctrica supere los 45 km/h, dejaría de calificarse como tal para pasar a ser un ciclomotor. Por ello, ya sería necesario que esta fuera matriculada y tuviera un seguro de responsabilidad civil vigente.
Además, en caso de hacer una modificación de este estilo, la garantía del fabricante se retira automáticamente, puesto que el motor eléctrico estaría trabajando por encima de las posibilidades que estipuló la marca y las posibilidades de sufrir una avería aumentan considerablemente. Además, haría muy difícil nuestra pregunta de si es posible que bicis y coches convivan en la carretera.
Lo que no ha explicado el Gobierno francés es cómo pretenden controlar este tipo de modificaciones. Parece algo muy complicado, puesto que es imposible utilizar radares –las bicis no tienen matrícula- y tampoco se podría detectar en una revisión, puesto que las bicicletas no tienen que pasar ningún tipo de Inspección. Por lo tanto, parece que el único escenario posible es que se hagan controles a pie de calle para comprobar si el funcionamiento de estos vehículos es el correcto o tienen algún tipo de “trucaje”.
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