Trump exige a Europa comprar más gas y petróleo americano o enfrentarán tarifas

Alberto Noriega     30 diciembre 2024     4 min.
Trump exige a Europa comprar más gas y petróleo americano o enfrentarán tarifas

Trump advierte a la UE: compre más petróleo y gas estadounidenses o enfrente aranceles. Una amenaza que podría desencadenar una guerra comercial.

El presidente electo Donald Trump ha advertido a la Unión Europea que enfrentará aranceles si no aumenta sus compras de petróleo y gas estadounidenses. Esta postura, compartida a través de Truth Social, busca reducir el déficit comercial con el bloque mientras refuerza el dominio energético de Estados Unidos. La medida podría desatar tensiones comerciales, aunque también se alinea con los esfuerzos de la UE por reducir su dependencia del gas ruso.

Trump reaviva las tensiones comerciales

Donald Trump, recién electo presidente de los Estados Unidos, ha reabierto viejas heridas con la Unión Europea al condicionar la relación comercial al aumento en la compra de petróleo y gas estadounidense. “Tremendo déficit con los Estados Unidos”, denunció Trump en su plataforma Truth Social, advirtiendo que la alternativa sería una cascada de aranceles.

El mensaje llega en un momento crucial, ya que Estados Unidos se ha convertido en el mayor proveedor de gas natural licuado (LNG) de la UE, cubriendo el 48% de las importaciones del bloque durante la primera mitad del año. La transición energética europea tras el conflicto con Rusia ha convertido a Estados Unidos en un socio energético clave, pero esta relación ahora podría ser utilizada como una herramienta de presión en la política comercial.

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Un precedente complicado

Trump no es ajeno al uso de aranceles como arma política. Durante su primer mandato, amenazó con gravámenes sobre productos europeos emblemáticos como motocicletas Harley-Davidson y jeans Levi’s para forzar la compra de gas y petróleo estadounidenses. Este enfoque logró compromisos significativos, pero también dejó cicatrices en las relaciones transatlánticas.

David Oxley, economista en Capital Economics, señaló que esta estrategia podría no causar alarma en Bruselas esta vez, ya que la compra de LNG estadounidense encaja con el esfuerzo de la UE para diversificar sus fuentes de energía y eliminar gradualmente el gas ruso. Sin embargo, cualquier imposición de aranceles podría generar una reacción negativa y avivar el espectro de una guerra comercial.

Impacto en el mercado energético

El aumento en las exportaciones de LNG por parte de Estados Unidos tiene consecuencias tanto internas como externas. Un informe reciente encargado por la administración Biden advirtió que incrementar las exportaciones podría elevar los precios del gas doméstico hasta en un 30%, perjudicando a los consumidores estadounidenses. Este dilema presenta un desafío para Trump, quien prometió antes de su elección expandir rápidamente la capacidad exportadora de LNG.

En Europa, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha señalado que la oferta estadounidense es más barata y podría reemplazar las últimas importaciones de gas ruso. No obstante, expertos de la International Gas Union advierten que restringir el flujo de gas mientras aumenta la demanda global podría ser «altamente perjudicial» para las economías importadoras, incluida la UE.

Costos para los consumidores y la economía global

Las propuestas comerciales de Trump no se limitan a Europa. En una reciente declaración, prometió imponer aranceles universales de entre 10% y 20% a todas las importaciones, y un arancel del 60% a productos provenientes de China. Economistas de ING estiman que estas medidas podrían costar a cada consumidor estadounidense hasta $2,400 al año, afectando tanto los precios como el comercio global.

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Estas políticas también podrían desencadenar represalias de los principales socios comerciales, exacerbando las tensiones internacionales y perjudicando aún más a las economías dependientes del comercio global. La UE, históricamente rápida en responder a los desafíos arancelarios, ya demostró en 2018 su disposición a contraatacar, apuntando a productos emblemáticos estadounidenses en una escalada comercial que finalmente se evitó.

Reacciones en la UE y posibles represalias

Bruselas, aunque menos preocupada por la demanda energética, está monitoreando de cerca las implicaciones de estas amenazas. La UE podría recurrir nuevamente a tácticas como el boicot de productos estadounidenses, una estrategia que ya utilizó eficazmente en el pasado para defender sus intereses.

Sin embargo, la alineación estratégica en torno al LNG estadounidense podría mitigar tensiones, ya que el suministro energético sigue siendo una prioridad para la UE mientras busca desligarse de los combustibles fósiles rusos. Aun así, expertos advierten que cualquier percepción de coerción por parte de Trump podría endurecer la postura de Bruselas.

Un equilibrio delicado

Trump enfrenta el desafío de equilibrar su enfoque proteccionista con las necesidades estratégicas de sus aliados europeos. Su insistencia en el aumento de compras de petróleo y gas estadounidenses tiene como objetivo reducir el déficit comercial, pero podría ser contraproducente si genera fricciones con socios clave. En un contexto global donde la cooperación es esencial para abordar la transición energética y las tensiones geopolíticas, estas medidas podrían complicar las alianzas internacionales.

El futuro de la relación comercial entre Estados Unidos y la UE dependerá de cómo ambas partes manejen esta situación. Mientras tanto, el mundo observará si Trump logra cumplir con sus ambiciosos objetivos económicos sin desestabilizar el frágil equilibrio del comercio internacional.

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