El Vaticano y Microsoft lanzan un gemelo digital de San Pedro impulsado por IA

Alberto Noriega     16 noviembre 2024     5 min.
El Vaticano y Microsoft lanzan un gemelo digital de San Pedro impulsado por IA

El Vaticano y Microsoft presentan un gemelo digital de la Basílica de San Pedro, permitiendo una experiencia virtual detallada y accesible para el Jubileo 2025.

El Vaticano, en colaboración con Microsoft e Iconem, ha lanzado un gemelo digital de la Basílica de San Pedro, una experiencia virtual que capta los detalles únicos de esta icónica estructura y permite explorarla globalmente. Este proyecto impulsado por IA busca facilitar el acceso al patrimonio del Vaticano en el Jubileo de 2025, combinando tecnología y cultura para preservar y difundir uno de los sitios más significativos del cristianismo.

El gemelo digital de San Pedro

El proyecto del gemelo digital de la Basílica de San Pedro es una innovadora colaboración entre el Vaticano, Microsoft e Iconem que ha logrado capturar la magnitud y los detalles de esta emblemática estructura mediante inteligencia artificial. Con más de 400,000 fotografías de alta resolución, drones, cámaras especializadas y láseres, el equipo ha logrado crear un archivo de 22 petabytes de datos, permitiendo una recreación digital sin precedentes. Este gemelo digital se convierte en una «ventana virtual» que no solo ayuda a los millones de peregrinos esperados para el Jubileo de 2025 a conectarse con la basílica, sino que también permite una exploración remota para más de mil millones de católicos en todo el mundo.

La recreación digital de la basílica incorpora una experiencia inmersiva, con herramientas interactivas que permiten a los usuarios examinar de cerca cada rincón de la estructura. Desde detalles arquitectónicos hasta obras de arte, los usuarios pueden aprender sobre la historia y el simbolismo de este sitio sagrado, en una experiencia comparada por el cardenal Mauro Gambetti a mirar un «cielo estrellado». Este enfoque interactivo convierte al gemelo digital en una herramienta educativa y cultural, ampliando el alcance del Vaticano y su patrimonio espiritual en la era digital.

Microsoft Vaticano 04

Tecnología de IA al servicio de la preservación cultural

La implementación de IA y técnicas avanzadas de fotogrametría en este proyecto subraya el compromiso del Vaticano con la preservación cultural y su interés en explorar los beneficios de la tecnología en el patrimonio. Con el uso de inteligencia artificial, se capturaron detalles intrincados de la Basílica de San Pedro, creando una réplica digital que permite la preservación y conservación de este monumento para futuras generaciones. Esta innovadora aplicación tecnológica no solo facilita el acceso al patrimonio cultural, sino que asegura que, en caso de daño o deterioro, existirá un registro digital detallado para su restauración.

Además de permitir visitas virtuales, la tecnología de IA integrada ayuda a optimizar la experiencia de los visitantes en la basílica misma. La IA puede gestionar los flujos de personas en el espacio físico, distribuyendo la afluencia de visitantes y evitando la congestión en áreas clave. Asimismo, la inteligencia artificial monitorea el estado estructural y ambiental del edificio, detectando posibles deterioros y alertando sobre necesidades de conservación, lo cual asegura la preservación de este sitio invaluable. Este enfoque ejemplifica cómo la tecnología puede proteger y promover el patrimonio cultural en la era moderna.

Una iniciativa tecnológica con impacto social y cultural

El proyecto de la Basílica de San Pedro refleja la creciente integración de la inteligencia artificial en los esfuerzos del Vaticano, que se han expandido hacia aplicaciones prácticas más allá de la reflexión ética. En 2020, el Vaticano lanzó el «Llamado de Roma para la Ética de la IA», un documento que aboga por un desarrollo de la IA que respete valores éticos como la transparencia, seguridad y dignidad humana. Al colaborar con empresas tecnológicas como Microsoft e Iconem, el Vaticano da un paso hacia la implementación de esos principios en un proyecto de relevancia cultural y espiritual, mostrando cómo la IA puede usarse para fines que enriquezcan el legado cultural.

Imagen Generada Por Ia Con Estilo Rayos X Basilica De San Pedro

El compromiso del Vaticano con la IA es multifacético: además de la preservación de su patrimonio, la Iglesia busca también que los avances en tecnología respeten los principios éticos de inclusión y justicia. Expertos como el fraile Paolo Benanti asesoran en estos temas, mientras que asociaciones con grandes corporaciones tecnológicas aseguran que la IA esté alineada con intereses humanitarios. El uso de IA en el proyecto de San Pedro fortalece la visión del Vaticano sobre un desarrollo tecnológico ético y comprometido con el bien común, donde la tecnología no solo es un recurso de innovación, sino un medio para preservar y conectar el patrimonio cultural y espiritual con el mundo.

El Vaticano en la era digital

La creación del gemelo digital de San Pedro demuestra cómo el Vaticano está adoptando un papel activo en el diálogo y el desarrollo de inteligencia artificial, utilizando tecnología de última generación para enriquecer la experiencia de millones de personas. La combinación de IA, fotogrametría y tecnología de almacenamiento masivo aplicada a la basílica crea un modelo que puede inspirar a otros proyectos de preservación de patrimonio en todo el mundo. El Vaticano se posiciona así como un líder en el uso de la tecnología para fines culturales, mostrando que la innovación puede ser compatible con la conservación y la espiritualidad.

En un momento en el que la IA plantea desafíos éticos y sociales, la colaboración del Vaticano con empresas tecnológicas abre una perspectiva en la que los avances pueden integrarse de forma responsable y con un propósito cultural. Este proyecto se convierte en un símbolo de cómo el patrimonio cultural puede beneficiarse de la tecnología, permitiendo una conexión más profunda y global con sitios históricos y espirituales. A medida que la IA continúa evolucionando, la experiencia de la Basílica de San Pedro muestra cómo el uso ético de la tecnología puede ayudar a proteger, promover y compartir el patrimonio de la humanidad con las futuras generaciones.

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