Los vehículos que circulan por carreteras en mal estado generan más emisiones contaminantes
Las carreteras en mal estado no solo suponen un aumento en el riesgo para la seguridad vial sino para el entorno y la salud
Según un estudio realizado por la Asociación de Española de la Carretera (AEC) en colaboración con la plataforma Ponle Freno y Mercedes-Benz ha puesto de manifiesto dos datos contundentes.
De una parte que hasta el 53 por ciento de las vías españolas presentan daños importantes en el pavimento. La situación de la conservación y del mantenimiento del asfalto que cubre la red de carreteras supone un aumento del riesgo de sufrir un accidente y, por lo tanto, amenaza la seguridad vial de los usuarios.
Esta situación, además, tiene repercusiones ambientales directas como un mayor consumo de combustibles o fuentes energéticas en los vehículos y, en consecuencia, el aumento de las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero.
Así, para este ensayo se han medido las emisiones de un vehículo ligero y de uno pesado, circulando por un tramo de 46 kilómetros de una carretera con una evaluación deficiente y, posteriormente, una vez que se han corregido y solventado las carencias.
El desgaste o un deterioro ligero del pavimento influye en el consumo de carburante y, por ende, en la producción de mayor cantidad de gramos de dióxido de carbono por cada kilómetro recorrido.
En este contexto la media de las emisiones de dióxido de carbono del vehículo ligero fueron un 3,5 por ciento inferiores cuando el pavimento se encontraba en buen estado y de un 4 % para el caso del vehículo pesado.
En aquellos puntos donde el deterioro es aún más flagrante, por ejemplo, cuando presenta grietas en las rodadas, baches, deformaciones, agrietamiento grueso o desintegraciones graves, el vehículo ligero aumenta hasta en un 9 por ciento más las emisiones de CO2 y de 6 si del vehículo pesado se trata.
Cuando el asfalto muestra agrietamiento fino, desintegraciones ligeras, descarnaduras o exudaciones, las emisiones de los vehículos ligeros y pesados suben del 5 al 4 por ciento, respectivamente.
La mejora de las carreteras reduciría las emisiones contaminante
Tras estos datos, el estudio concluye que, el reacondicionamiento de los kilómetros de carretera dañados supondría un ahorro de 600 millones de litros de combustible al año consumidos de más debido al mal estado de las carreteras.
Este volumen de carburante implica la expulsión evitable de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Esta cantidad de emisiones contaminantes de CO2 es la misma que soporta la ciudad de Madrid durante un periodo de 8 meses.
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