La verdad de la electrificación en España: a la cola de Europa

La electrificación sigue su curso. Pero mientras algunos países como Italia aceleran para salir de las posiciones de cola, aprobando ayudas a la compra de coches eléctricos que alcanzan hasta 10.000 euros, reducciones de hasta el 40% en el precio para los compradores con rentas más bajas, o con proyectos de ley que obligarán a las autopistas a dotarse de puntos de recarga rápida, en España vamos “piano piano”.

El barómetro de la electromovilidad que publica regularmente ANFAC nos pone en nuestro sitio, y demuestra que queda mucho trabajo por hacer.

Por ejemplo, si consideramos el denominado “índice global de electromovilidad”, que es el la media entre el índice de penetración del vehículo electrificado y el índice que evalúa la infraestructura de recarga, en el tercer trimestre de 2020 España ha crecido ligeramente, pero seguimos muy abajo en el ranking, superando únicamente a Hungría, a Italia y a la República Checa.

Los parámetros que permiten obtener este índice global no nos son nada favorables. Aquí, por ejemplo, podemos ver el indicador de penetración del vehículo electrificado por países. España está por debajo de la media de la Unión Europea, y muy lejos de los líderes.

Infraestructura de recarga de vehículos eléctricos: ¡vísteme despacio que tengo prisa!

En cuanto a la infraestructura de recarga necesaria para que el vehículo eléctrico despegue definitivamente en España, los datos son todavía más preocupantes. Hemos mejorado un punto respecto al trimestre anterior, pero nuevamente estamos por debajo de la media de la UE, a 8 puntos de Alemania, a más de 10 de Francia… Lo de Noruega y Países Bajos ya es otro cantar.

Puntos de recarga públicos instalados actualmente en España

La infraestructura de recarga actual a lo largo del territorio nacional no solo es claramente insuficiente, con apenas 8.450 puntos de recarga pública. El objetivo establecido por la propia ANFAC, que marca un mínimo de 110.000 puntos de recarga para 2025 y unos 340.000 para 2030 si se quiere alcanzar la cuota de mercado de vehículo eléctrico necesaria para descarbonizar el transporte por carretera, parece una auténtica utopía a estas alturas.

Aquí puedes ver la proporción entre los puntos de carga urbanos e interurbanos por comunidades. Está claro que seguimos fallando en la red de puntos de carga fuera de las grandes ciudades, que es la que permitiría a los usuarios de los coches eléctricos plantearse viajes de larga duración, con alguna parada a recargar durante el trayecto.

Si ya entramos a analizar la red de recarga pública actual en España en función de la potencia de los puntos de carga, el panorama es desolador para los usuarios que estén pensando en pasarse al coche eléctrico. Por comunidades autónomas, en el siguiente gráfico puedes ver los puntos de recarga tanto urbanos como interurbanos instalados actualmente.

La red de puntos de carga rápida en España

Pero hay más datos interesantes, como son los relacionados con los puntos de recarga en función de la potencia. Así se reparten los puntos de recarga públicos en función de potencia, que los lo mismo que hablar de la velocidad de recarga que permiten:

• Puntos de carga de más de 40 kW: 506
• Puntos de carga de más de 22 kW: 2.084
• Puntos de carga de menos de 22 kW: 5.861

Como podemos ver, la debilidad que muestra la red de recarga en España aumenta a medida que lo hace la potencia de carga: los puntos que permiten recargar al menos con 40 kW o más (tiempos de carga de 90 minutos o inferiores) no llegan ni al 6 por ciento del total.

De ellos, apenas hay 24 con al menos 250 kW (tiempos de carga de 15 minutos), que son los que permitirían viajar con un un coche eléctrico de forma similar a la que lo haríamos con un coche con motor de combustión. Si bien a esta cifra abría que sumar los 8 últimos turbocargadores de Porsche, 6 en Madrid, uno en Marbella y otro en Barcelona.

Viajar en coche eléctrico por España: ¿dónde me enchufo?

Del total de puntos de recarga en España, independientemente de la potencia, unos 5.444 están en entornos urbanos, y apenas el 35% de la infraestructura es interurbana. Además, del total de puntos interurbanos, únicamente el 1% permiten carga de alta potencia, a 250 kW o más.

Esto quiere decir que, si tenemos en cuenta las principales carreteras españolas, la posibilidad de utilizar un punto de recarga de alta potencia, y poder recargar en un tiempo similar al que llevaría repostar un coche con motor de combustión es realmente preocupante. Solo hay que ver el mapa:

En definitiva, como suele pasar, los fabricantes han hecho los deberes poniendo en el mercado una tecnología que funciona y ha demostrado su valía. Ahora queda lo realmente difícil, para que esto no sea como la pescadilla que se muerde la cola: que las administraciones hagan su parte del trabajo, y avancemos en una infraestructura de recarga que es a todas luces insuficiente.

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