Mas voces se alzan contra el concepto Autopilot de Tesla, ahora desde Reino Unido
Si bien no es una denuncia formal, un miembro de Euro NCAP se suma a quienes señalan que el Autopilot de Tesla no es lo que la marca induce a pensar que es
Si dos días atrás recogíamos la información que hacía referencia al pleito contra el Autopilot de Tesla en Alemania por el cual la marca de coches eléctricos de Estados Unidos sería obligada a relegar el uso mediático y publicitario del término por ser considerado fraudulento, ahora, desde Reino Unido, otras voces se alzan contra este sistema y su difusión como si de una tecnología que permitiera la conducción automatizada alegando que, para nada, lo es.
Así, a través de los compañeros de Auto Express, Mathew Avery, integrante de Euro NCAP, ha declarado que tanto él, como experto en seguridad automovilística, como otras empresas han llamado la atención sobre la tecnología presente en los coches californianos desde prácticamente su aparición por no ser lo que se induce a pensar que permite, esto es, que el Autopilot no es un sistema de conducción autónoma en ningún caso.
La idea de disponer de un vehículo que se conduce solo, ajeno a la actividad humana, ha llevado a situaciones tan grotescas como peligrosas lo cual ha llevado a denunciar el uso del concepto de piloto automático por ser engañoso o, al menos, utilizado con una pretensión superior a sus capacidades.
Según como el mismo Avery alega, el Autopilot es un asistente a la conducción y, como su propia naturaleza indica, no suplanta la necesidad de la gestión humana de la conducción sino que la asiste y complementa, no la sustituye.
La tecnología con la que se equipa a los coches eléctricos de Tesla no es posible dotar a los vehículos de un nivel de conducción autónoma más allá del 2, es decir, aquellos que requieren de la atención total de quien comanda el automóvil y que, solo, en caso de su activación, alivian la tarea de conducir.
Esta situación lleva a denunciar tanto por la vía judicial, como la querella citada impuesta contra Tesla y presentada en un tribunal en Munich, Alemania, como por la vía comunicativa la campaña de Tesla de considerar a sus asistentes como pilotos automáticos, algo que puede llevar a la confusión o sobrevaloración de los usuarios de las capacidades de sus coches poniendo en riesgo su propia integridad y de aquellos que interactúan con estos automóviles.
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