Volkswagen inicia la producción del ID.4 en Chattanooga (Estados Unidos)

El ID.4 se ha convertido en el primer modelo eléctrico del fabricante alemán que sale de una de las plantas de Volkswagen en territorio norteaméricano. La división de Volkswagen en América acaba de anunciar el inicio de la producción de este SUV compacto basado en la plataforma MEB en la planta estadounidense de Chattanooga, en el estado de Tennessee.

De este modo, Volkswagen no tendrá ya que importar las unidades vendidas en el mercado norteamericano desde Europa, reduciendo tanto los costes de transporte e importación, como los tiempos de entrega. El ID.4 es actualmente el modelo más éxitoso de la familia ID del fabricante alemán, con un volumen de ventas acumulado a nivel mundial desde su lanzamiento al mercado en 2021 de más de 190 mil unidades.

Tras el inicio de la producción del ID.4 en la planta de Chattanooga, Volkswagen se centrará durante los próximos meses en tratar de escalar la producción. La compañía se ha puesto como objetivo que para finales de este mismo año de la línea de ensamblaje de Chattanooga salgan 7000 unidades del ID.4 al mes. Una cifra que deberá incrementarse aún más una vez haya entrado el nuevo año.

La compañía estima que las primeras unidades del ID.4 «Made In America» llegarán a manos de los clientes estadounidenses a partir del próximo mes de octubre.

Una versión más accesible del ID.4 para este mercado está en camino

Inicialmente, Volkswagen producirá en Chattanooga dos versiones del ID.4, tanto con tracción trasera y un único motor eléctrico, como con tracción total y doble motor eléctrico. En ambos casos el pack de batería será el mismo, de 82 kWh de capacidad bruta. No obstante, antes de que acabe el año de esta misma planta saldrá también una versión adicional con un precio más accesible, que contará únicamente con tracción trasera y una batería de 62 kWh de capacidad bruta.

El inicio ahora de la producción del ID.4 en Chattanooga, ha sido posible gracias a los trabajos previos de adaptación de la planta, con una inversión que ronda los 800 millones de dólares. Volkswagen incluso ha ampliado las instalaciones, creando nuevas zonas dedicadas en exclusiva al ensamblado de los packs de batería y otros componentes de alto voltaje.