Volkswagen podría dejar de producir el ID.3 en Dresden
Los reajustes en la producción de modelos eléctricos del fabricante alemán continúan siendo noticia un día más
Un reciente reporte publicado en medios alemanes asegura que el Grupo Volkswagen planea poner fin a la producción del ID.3 en la planta alemana de Dresden. Esta decisión formaría parte del plan de reestructuración de la compañía promovido por Oliver Blume, su nuevo Director Ejecutivo, con el que pretende reducir costes e incrementar los beneficios.
Tras realizar algunas tareas de adaptación de la planta, Volkswagen comenzó a producir modelos eléctricos en Dresden en 2017, inicialmente con el e-Golf. Ya en 2021, el fabricante alemán comenzó producir en esta planta el ID.3, tras haber dado por concluida la producción del e-Golf algunos meses antes.
Los medios alemanes afirman que el hecho de que se ponga fin a la producción del ID.3 en Dresden no afectará, en principio, a los 300 empleados que trabajan en la planta. La intención de la compañía es asignarles otro tipo de tareas alternativas, relacionadas con la innovación en el proceso de producción o la realización de tests.
Así queda finalmente la producción del ID.3 en Europa
Volkswagen continuará produciendo el ID.3 en la planta de Zwickau, donde sí va a haber un ligero recorte en el número de empleados, tal y como comentamos ayer mismo. Adicionalmente, este mismo otoño el ID.3 comenzará a salir también de la línea de ensamblaje de la planta más importante de Volkswagen, la de Wolfsburgo. Todo apunta, no obstante, a que inicialmente el número de unidades producidas allí de este modelo eléctrico será bastante reducido.
Los medios alemanes destacan que, en base a todos estos datos, es bastante probable que exista una relación directa entre la finalización de la producción del ID.3 en Dresden y el inicio de la misma en la planta de Wolfsburgo. Volkswagen estaría así reajustando su capacidad de producción con el objetivo ya mencionado de reducir costes y mejorar beneficios, ante un panorama económico de cara a los próximos trimestres no excesivamente alentador.
Los niveles de inflación que viene arrastrando la economía europea durante meses, el continuo incremento en los tipos de interés que hace más complicado comprar un vehículo mediante un crédito y la competencia cada vez más agresiva por parte de algunos de los rivales de Volkswagen en el mercado, no permite ser precisamente muy optimista.
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