Volvo se está planteando la apertura de una nueva planta en Europa

El fabricante sueco tiene la intención de ampliar significativamente su capacidad de producción, para lo que necesitará contar con una nueva planta en Europa. Eso es lo que se deduce de unas recientes declaraciones de Björn Annwall, uno de los máximos ejecutivos de la compañía.

Volvo cuenta actualmente con dos plantas de producción en Europa; una de ellas en Torslanda cerca de Gotemburgo y la otra en Ghent (Bélgica). Según la propia compañía la capacidad de producción actual de ambas plantas es de 800 mil vehículos al año.

Inicialmente, el fabricante sueco pretende ampliar esta capacidad para que de ellas puedan salir hasta 1.2 millones de vehículos al año. Sin embargo, para alcanzar un volumen de ventas superior a esta cifra sería imprescindible la construcción de una nueva planta de producción en Europa.

El impulso de la movilidad eléctrica supone una nueva oportunidad para Volvo

Volvo anunció hace ya un tiempo que a partir del año 2030 comercializará exclusivamente vehículos eléctricos, y confía en convertirse en un actor destacado en este mercado. A mediados de esta década espera haber ampliado ya la capacidad de producción de sus plantas actuales hasta los mencionados 1.2 millones de vehículos anuales. Pero, llegado ese momento, si la demanda de sus vehículos es alta, el siguiente paso será la construcción de una nueva planta de producción en algún lugar de Europa, que por ahora se desconoce y que probablemente no estará tampoco decidido.

En la planta belga de Ghent, Volvo ya incrementó recientemente la capacidad de producción de modelos eléctricos a 135 mil unidades anuales coincidiendo con el lanzamiento al mercado del C40 Recharge. Para principios de 2022, la compañía espera que más de la mitad de los vehículos producidos en esta planta cuenten con un sistema de propulsión totalmente eléctrico.

Por otro lado, en esta misma planta el fabricante sueco instaló recientemente una línea de ensamblado de packs de baterías para sus vehículos eléctricos, empleando para ello las celdas suministradas por sus proveedores.

El Volvo C40 Recharge es el primer modelo de la compañía disponible únicamente con sistema de propulsión eléctrico y representa, según el fabricante, un anticipo de lo que está por venir para alcanzar así sus objetivos de electrificación y neutralidad de carbono.