VW redobla su apuesta por el vehículo eléctrico y se olvida del hidrógeno
La firma alemana recortará recursos destinados a programas de desarrollo de nuevos vehículos de pila de hidrógeno para dedicarlos a impulsar el vehículo eléctrico
Hace pocos días comentábamos aquí en DrivingEco la falta de confianza de los fabricantes japoneses en el vehículo eléctrico, al que consideran únicamente como una solución temporal hasta que se inicie por fin la tan esperada era del hidrógeno.
La posición contraria a este planteamiento está representada principalmente, dado su peso en el sector, por el grupo Volkswagen. Los alemanes inician esta nueva década con la apuesta más ambiciosa en favor del vehículo eléctrico que se ha visto jamás. La compañía confía en que las ventas agregadas de eléctricos entre todas las marcas del grupo alcancen los 22 millones de unidades de aquí a 2028. Con más de 70 modelos eléctricos en su catálogo.
Unas cifras que aunque puedan parecer sorprendentes, no son suficientes para el CEO de la compañía Herbert Diess.
El CEO de Volkswagen tiene claro cuál es el camino que debe seguir su compañía
En unas recientes declaraciones a la agencia de noticias Reuters, Diess asegura que los vehículos movidos por hidrógeno no van a ser igual de competitivos que los eléctricos, al menos hasta dentro de diez años. Por este motivo, considera que lo más inteligente es recortar los recursos destinados por su compañía al desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con el hidrógeno, para dedicarlos a acelerar la transición al vehículo eléctrico.
Diess ha llegado a asegurar que no va a permitir que su compañía se acabe convirtiendo en otra Nokia. Haciendo así referencia al destino fatal de la compañía finlandesa de telecomunicaciones, que no supo adaptarse a tiempo a los cambios vividos en su sector durante esta pasada década.
Durante estos últimos años, Audi ha liderado la apuesta del grupo Volkswagen en los vehículos movidos por hidrógeno. Algunos directivos de la compañía han llegado a mostrar, hace tan solo unos meses, su total confianza en que el camino a seguir por la compañía pasaba por los sistemas de propulsión de pila de hidrógeno.
Adiós al hidrógeno… de momento
Aquellas palabras son ya, a día de hoy, poco más que humo. Diess está decidido a acelerar la transición al vehículo eléctrico y, para ello, recortará recursos dedicados en un primer momento a los programas de la compañía en investigación y desarrollo relacionados con el hidrógeno.
Volkswagen quiere convertirse en líder absoluto en ventas de vehículos eléctricos en detrimento del hidrógeno; y eso significa, que si su estrategia no está equivocada, los que pueden acabar siendo la nueva Nokia son los fabricantes japoneses.
Veremos cómo acaba todo y quién estaba en lo cierto, pero sin duda estamos ante el inicio de una nueva década en la que van a cambiar muchas cosas en el sector del automóvil.
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