Organizaciones europeas solicitan que las Zonas de Bajas Emisiones cuenten con unos requisitos mínimos
Organizaciones europeas han solicitado a España que se establezca un marco normativo para las nuevas zonas de bajas emisiones.
Organizaciones europeas han solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica la implantación de una serie de requisitos y normativas en las Zonas de Bajas Emisiones que serán obligatorias en las poblaciones y municipios con más de 50.000 habitantes. La ley 7/2021 de 20 de mayo sobre cambio climático y transición energética advierte que todas las poblaciones españolas con más de 50.000 habitantes estarán obligadas a implantar una zona de bajas emisiones propia.
Transport & Environment, una de las organizaciones europeas, ha realizado una solicitud formal al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en la que se pide que se establezcan una serie de normas para que se implanten correctamente las nuevas zonas de bajas emisiones. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística para 2020, se podrían ver afectadas 149 poblaciones. Tras la aprobación de esta ley, muchas ciudades y municipios han admitido que sus cascos históricos están peatonalizados y solo pueden acceder los vecinos residentes o los medios de transporte públicos.
Las Zonas de Bajas Emisiones podrían contar con un marco normativo
Tal y como estipula la ley, a las zonas de bajas emisiones solo podrán acceder los vehículos particulares y comerciales que cuenten con la etiqueta medioambiental ECO de la Dirección General de Tráfico y los medios de transporte públicos. «Para acceder al interior en caso de no ser residente o tener algún motivo justificado de paso, se deberá contar con el distintivo de la DGT». Así mismo, se podrá admitir el paso a vehículos que homologuen una como máximo 95 gr/CO2 bajo el ciclo WLTP. Para eso, se tendría que llevar a cabo una exhaustiva revisión de las etiquetas de la DGT.
La organización europea, cree y así lo confirma en la petición al ministerio que estas «áreas deberán estar bien definidas y poseer un tamaño suficientemente grande, en proporción con su ciudad de acogida, como para que sus efectos sean realmente notorios y provoquen un trasvase desde la movilidad contaminante hacia otros métodos de transporte más sostenibles. Este movimiento se presenta complicado, ya que puede provocar un efecto rebote con el que traslade las zonas de mayor contaminación de un sitio a otro de la población en cuestión, en lugar de disminuir la contaminación local en su conjunto». Además, en la propuesta se detalla la creación de zonas verdes y peatonalización de zonas urbanas.
Hasta el momento, no se ha conocido respuesta alguna por parte del ministerio español, por lo que es posible que se produzca algún cambio. Cabe mencionar que hasta 2023 no serán obligatorias por lo que estamos en el margen de adopción de dichas medidas.
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